Entre los muy escasos beneficios
de haber estudiado Comunicación está la conciencia clara de que todo enunciado
debería tocar un punto B tras ser emitido. No quiero detallar
esta opinión ahora. Sólo sé que es preferible pensar así que ajustarse a la
gratuidad absoluta del ‘mensaje’ contemporáneo (cosas en la línea de mi
cuadro merece estar colgado aquí) donde el enunciado no
dirá ya nada porque su punto B le tiene sin cuidado, tiene
poco claros sus recursos y competencias: confunde su vanidad con, por decir algo... hermetismo,
sutileza, abstracción...
Ponerlo todo tan
profundamente en duda lleva a la quietud. Mi quietud resulta de no encontrar
tranquilidad entregándome a la crítica grandilocuente (leí / vi / escuché esta
joya de cuarteto, pintura, película etc. una barbaridad… lo cubres de elogio o
lo sepultas en mierda extremos igualmente deplorables con sabrás tú cuál
potestad infalible). Tampoco me siento muy prolijo con la posibilidad de
comentar algo encima de algo. Sobre un tema de ______, siempre
lo mismo, recalcar lo bien escrito que está el libro de______ pero para
beneficio de quién.
No. Cuando consumo
algo que me parece bueno, siento que hablar con énfasis al respecto es
traicionar su esencia. Me encuentro de pronto haciendo una paráfrasis de
escuelita, por muy inspirada que me salga.
No estoy seguro. En
general pienso: ¿A quién le interesa esto? ¿Querías impresionar a
alguien…, es eso? No hay nadie afuera. O en todo caso: hay
cinco millones de personas que son prácticamente como tú, con preocupaciones
afines y toda la cosa pero tú no lo sabes. Visiblemente ninguna de
estas variantes infinitas de mí mismo (tú mismo) ha demostrado interés real ni
factible por establecer contacto conmigo (contigo). Mientras tanto yo sigo razonando tensamente cuál
diantre es mi punto B.
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¿Dónde está Rodolfito? "...He was just one Rodolfo among many..." |
Yo tengo ese "¿Dónde está Wally?".
ResponderBorrarAtte: Juan Ramón,
Era la prueba suprema. Yo nunca encontré al Wally-wally.
BorrarYo recuerdo haberlo encontrado una vez mientras esperaba a que me atendieran en el ISSSTE. Igual puede ser un recuerdo fabricado.
ResponderBorrarAtte: Juan Ramón.
El recuerdo bien podría ser genuino, compañero. Me han dicho que en organismos de matiz burocrático hay tiempo para encontrar a Wally las veces que uno quiera.
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